Fumar, además de producir cáncer, provoca enfermedades pulmonares como bronquitis crónica y enfisema y exacerba los síntomas del asma en adultos y niños.
Puede llegar a convertirse en una dependencia, es una droga estimulante del sistema nervioso central, uno de sus componentes, la nicotina, posee una enorme capacidad adictiva.
El tabaco debilita y deteriora las neuronas de la corteza cerebral, adelgazándose por la muerte de las fibras nerviosas, apareciendo imágenes similares a las que se ven en otras enfermedades degenerativas.